Si lo pensamos, los profesionales inmobiliarios gestionan una cantidad masiva de datos que se entremezclan entre ellos. Desde los contactos de los portales inmobiliarios, los datos del inmueble, la documentación legal relativa al bien, detalles de las ventas, precios y tasaciones, historial de la propiedad, regulaciones… Si a esto le sumamos la gran cantidad de datos de preferencias y movimientos de los usuarios, nos encontramos con unos volúmenes no manejables por los profesionales humanos.
Para esto, tenemos a la inteligencia artificial, con su machine learning, y ojo, porque en este post veremos que la inteligencia artificial no solo sirve para analizar los datos que tenemos de manera cada vez más masiva en el sector inmobiliario, sino también para muchas otras utilidades que ayudarán a los profesionales a llevar sus servicios al siguiente nivel.
Y es que, cuando hablamos de inteligencia artificial, siempre nos ha parecido la tecnología más futurista, pero si nos fijamos forma más parte de nuestro presente que de nuestro futuro.
La inteligencia artificial es una tecnología que a través de algoritmos es capaz de extraer conclusiones lógicas y aprende por sí misma, y aunque hoy está muy enfocado a procesar grandes cantidades de datos o comportamientos de usuarios para hacer predicciones, nos queda mucho por descubrir y mucho por aplicar.
¿Cómo es aplicable en el sector inmobiliario?
- Reducción significativa en el tiempo y el proceso de la toma de decisiones debido al análisis de datos amplios cruzados entre ellos. Las evaluaciones subjetivas que se habían realizado hasta ahora se reemplazarán por datos reales llegando a conclusiones exactas.
- Mejora la experiencia en la búsqueda de viviendas, de tal manera que los algoritmos identifiquen las preferencias de los usuarios y sugiera propiedades en función de las necesidades concretas de las personas en búsqueda de vivienda.
- Predecir el valor de la propiedad, los movimientos del mercado con sus fluctuaciones de venta y alquiler, mezclándolos con datos socio demográficos, servicios en el barrio, movilidad, y tipo de población, mezclando así variables necesarias (precio, m2, número de habitaciones, materiales…) con variables deseables como el tipo de vida que quieres tener.
- Análisis fotográfico para identificar el valor de los activos por su interior.
- Clasificación del tipo y solidez de cliente por el grado de interés en la compra (cuánto de cerca o lejos está del momento de la transacción).
- Análisis de la documentación y mejora de tiempos en los préstamos hipotecarios a través del reconocimiento de imagen y análisis de los resultados obtenidos.
- Comunicación a través de chatbots que pueden aprender y dar respuestas cada vez más complejas trabajando de una manera efectiva para los profesionales cuando no están en la oficina.
Aunque nos queda mucho camino por recorrer para llegar a la integración de la inteligencia artificial en más procesos del sector inmobiliario. Ésta es una tecnología que tiene un interminable recorrido y que causará un cambio sin precedentes no solo en el sector inmobiliario, sino para todos los aspectos de nuestra vida.
Esto nos lleva a un nuevo paradigma, ahora y en el futuro nos centraremos en las necesidades del cliente, en información, en transparencia, en inmediatez, en comunicación, en hacer una gestión inmobiliaria más inteligente. Ya no nos centramos en el ladrillo, sino cada vez en darle un servicio más adaptado al cliente final.
Sheila Gracia
Directora de servicios en API.