Hasta hoy, todas las empresas han necesitado un lugar de trabajo donde asociar su imagen de marca, su cultura de empresa y donde conectar a sus trabajadores, quienes a su vez se sentían parte de un proyecto.

La crisis del COVID-19 ha cambiado muchas cosas en nuestras vidas, una de ellas es como trabajamos, hoy vemos como muchos de estos espacios se han vaciado o han evolucionado para adaptarse a la nueva situación.

Con los ratios de infección subiendo y bajando constantemente, el año que tenemos por delante representa todo un reto para los gestores de oficinas, que han empezado una transformación que nos encamina a una oficina del futuro que parecía mucho más lejana antes de la crisis.

¿Qué cambios han iniciado estos espacios?

  • Hands-free: Algunos espacios han sido dotados de sensores para evitar tocar puertas y accesos.
  • Apps: Se han desarrollado apps que conectadas a los edificios nos permiten por ejemplo seleccionar el piso al que queremos subir en el ascensor o pedir un café al llegar a la oficina.
  • Control de la ocupación: A través de sensores también podemos saber qué ocupación tienen los espacios y hacer así su uso más seguro.
  • Sistemas de reservas: La utilización de salas de reunión, parkings, a día de hoy está mucho más controlada y es más fácil de gestionar por parte del usuario.
  • Control de temperatura y salud: Hoy en día el control de temperatura es algo habitual, es una nueva costumbre, que de mantenerla en el tiempo hará que las personas trabajen confiando en la salud de las personas que le rodean.
  • Calidad del aire: En general se plantea mucho más la ventilación de los espacios, también han empezado a hacerse inversiones para mejorar la calidad del aire.
  • Mejora del control de accesos: Las recepciones también se han modernizado, en muchos casos enviando invitaciones electrónicas o pases digitales, mejorando los accesos y el control de las visitas.

Todos estos cambios han sido realizados para garantizar que empleados y visitas estén lo más seguros posible. La sociedad cada vez necesita más innovación frente a las necesidades reales, especialmente, si se trata de las nuevas necesidades creadas con esta pandemia que tienen un gran impacto psicológico en la sociedad. Y para eso está el proptech y la visión de los espacios como servicios.

Y aunque hoy los dueños y gestores de grandes edificios de oficinas seguramente se estarán preguntando quien paga todo esto, la verdad es que muchos de estos cambios nos acercan mucho a la idea de los espacios de trabajo del futuro que muchos imaginábamos. Unos espacios más seguros, adaptables, digitales y dinámicos que a la vez mantengan la cultura de la empresa y la motivación de los empleados.

Lo que es importante es que tengamos en cuenta cómo queremos que sean las oficinas del futuro y comencemos a dar pasos hacia esa estrategia. Es decir, que aprovechemos esta crisis para realizar los primeros cambios hacia una empresa del futuro que ya teníamos en mente. De este modo, no veremos un coste sin sentido, sino una inversión necesaria.

Obviamente estos espacios tendrán necesidades y estrategias diferentes dependiendo del tipo de site que necesite la empresa, no será lo mismo un site de producción que un headquarter.

El siguiente paso es buscar entre todos esa oficina del futuro donde desear ir a trabajar, espacios abiertos donde las personas y equipos fluyan tanto como las ideas. Haciendo que el espacio de trabajo sea el marco perfecto de un puzle donde poder crecer como expertos.

Lo que es seguro es que estos espacios serán más eficientes, saludables, sostenibles, innovadores, hiper-conectados e inspiradores. Seguramente más agradables y que nos permitirán ser más felices trabajando.

Con todos estos cambios a estos espacios les sacaremos rentabilidades diferentes, ¿una nueva oportunidad para el proptech?

Sheila Gracia

Directora de Servicios del Colectivo API en Cataluña