En el sector inmobiliario existe una gran fragmentación en los procesos naturales desde la planificación de un activo para su construcción hasta el uso y disfrute del mismo. Intervienen muchos actores, se realizan muchas pequeñas transacciones y hay diferenciadas partes de un largo proceso.
Bancos, administración pública, portales inmobiliarios, asociaciones como API, promotores, abogados, agentes inmobiliarios, notarios, el catastro y restauradores son solo algunos de los actores que interactúan en el mundo inmobiliario, en procesos, tan variados como tasaciones, búsqueda de vivienda, planificación, construcción, reformas, titularidad, contratos, servicios, hipotecas, gestiones o la propia compraventa. Complicado ¿verdad?
Sumémosle además que todos ellos no comparten información y utilizan sus propios softwares que actúan como silos, es decir, que para el cliente, y para las interacciones entre ellos mismos no hay un protocolo claro que permita obtener información reduciendo así, tiempos a la hora de hacer algún tipo de acción con los activos inmobiliarios.
Aunar toda esta información en un lugar o una empresa, la haría todopoderosa en un sector tan fragmentado y tan importante para la sociedad como lo es el inmobiliario ¿Hay una solución? Si, Blockchain. Blockchain aparenta ser la solución perfecta para que nuestro mercado sea más fluido y transparente.
Muchas veces nos han explicado el blockchain como una “cadena de bloques” (famosa frase) que nadie entendía, pero en este post vamos a intentar poner esta “cadena” en práctica inmobiliaria.
Supongamos que los actores que intervienen en un proceso inmobiliario tipo se comunican en el mismo lugar, en la misma red, cada uno tiene un nodo, donde cada una de las partes gestiona su trocito de la cadena inmobiliaria, compartiendo información, haciendo que progrese de manera rápida y segura, pero siendo dueños de su trozo de proceso. Aquí podrían participar, en el futuro, desde la administración hasta los gestores y las proptech que dan servicio a los actores del proceso, haciendo procesos completos.
Gestionar la información, en una plataforma de comunicación (ojo, no de almacenamiento de documentos) donde se emiten preguntas y se obtienen respuestas entre los diferentes actores de manera automatizada y veraz daría a los procesos muchísima rapidez y fiabilidad para los usuarios y profesionales a la hora de realizar operaciones.
Además es un sistema mucho más seguro, ya que cada uno de los intervinientes opera en su propio nodo, que se comunica con el resto, estos nodos están enlazados y cifrados para proteger la seguridad y privacidad de las transacciones, siendo una base de datos distribuida y muy segura gracias al cifrado de cada una de las partes. Además son varios los nodos que se encargan de verificar y validar las transacciones por lo que las hacen mucho más seguras y a día de hoy, prácticamente infranqueables.
La aplicación del blockchain nos permite comunicarnos mucho mejor, a través de smart contracts que son los que definen las reglas de juego de la comunicación entre varios de los actores donde todos tienen unas condiciones que cumplir.
Esta nueva tecnología a día de hoy ya nos ha mostrado que puede hacer procesos enteros de compraventa, incluso con criptomonedas, pero además nos permitiría aliviar dificultades que los profesionales y usuarios encuentran en el mercado como puede ser, la falta de información o la dificultad en el acceso a la misma, la lentitud en los procesos o la falta de transparencia.
Todavía queda mucho camino por recorrer, desde Tecnoapi (el brazo tecnológico del colegio y la asociación de agentes inmobiliarios) queremos poner nuestro granito de arena y junto con Alastria empezar a poner esta tecnología en la práctica en nuestro sector para que este futuro cada vez sea más cercano.
Sheila Gracia
Directora de Servicios del coletivo API